miércoles, 22 de diciembre de 2010

Invasión

Se conectaban por toda la espalda, parecían lombrices gigantes; invadían su cuerpo. Jalaban vértebras y algunos órganos. ¡Ay...¡ como dolían. Tenían tanto tiempo incrustados, le robaban aliento. ¡casi ya no respiro! Los arrancó poco a poco, se resistían. De ahí se alimentaban; ingerían ki divino. Se llevaban su vida. Al fin salieron, dejaron esos siete colores que no les correspondían. Explotaron en millones de pedazos, millones de partículas de luz que la impregnaron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario